6 mar 2011

Breve historia de la teoría de la evolución





INTRODUCCIÓN



Para comenzar, haremos una breve revisión panorámica de la historia moderna de la teoría de la evolución. No olvidemos que si bien la teoría de la evolución parece absurda, ha sido capaz de influir poderosa y nocivamente, en la manera de pensar y actuar de los seres humanos durante todo el siglo XX, y el impacto social y moral que los conceptos de la evolución han tenido en el mundo moderno, han sido de una gran magnitud. ¿Permitiremos que esto continúe ahora que vivimos en el siglo XXI?.


A continuación se expone un breve panorama de los personajes y acontecimientos sobresalientes en la historia de la teoría moderna de la evolución.





 CIENTÍFICOS DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX.


Antes de la segunda mitad del siglo XIX, la mayoría de los científicos eran investigadores que creían firmemente que toda la naturaleza había sido creada por un Experto Diseñador. Así, los pioneros que establecieron el fundamento de la ciencia moderna eran creacionistas, personas con un gran intelecto y que trabajan arduamente en medio de grandes adversidades.


En contraste, algunos filósofos, empezaron a especular sobre el origen de las cosas. En el siglo XIX, cuando tales filósofos lograron controlar el trabajo de los científicos, ocultaron las investigaciones y los descubrimientos que no fueran favorables a sus teorías. La consecuencia fue que hasta el día de hoy, gran cantidad de evolucionistas defienden con denuedo las teorías no científicas que fueron planteadas y promovidas desde hace más de un siglo.




Carl von Linné
 Carl Linn (Carolus Linnaeus, 1707-1778), fue el científico que clasificó un sinnúmero de organismos vivos. Creacionista sincero, observó que no había especies intermedias, y que todas las especies animales y vegetales conocidas, eran distintas unas de otras, y pertenecientes a categorías bien definidas.

Además, que era posible encontrar muchas subespecies y múltiples variaciones dentro de una misma especie, pero que no había la transformación de una especie en otra (*R. Milner, Encyclopedia of Evolution, 1990, p. 276).









Gregorio Mendel

Gregorio Mendel (1822-1884). Fue un creacionista que vivió y trabajó cerca de Brunn (actual Brno), Checoslovaquia. Era maestro de ciencias y matemáticas y a diferencia de los teóricos, Mendel era un verdadero científico: Cultivó chícharos y estudió los resultados de cruzar sus diversas variedades.

Comenzó su trabajo en 1856 y lo concluyó ocho años después. En 1865 reportó los resultados de su investigación, en el Journal of the Brunn Society for the Study of Natural Science.

La revista se distribuyó en 120 Bibliotecas de Europa, Inglaterra y América; pero aun así, su investigación fue totalmente ignorada por la comunidad científica de su tiempo, hasta que fue redescubierta después del año 1900 (*R.A. Fisher, "Has Mendel’s Work Been Rediscovered?" Annals of Science, Vol. 1, No. 2, 1936). S

Sus experimentos mostraban con claridad que una especie no puede transformarse en otra, pues existe una barrera genética sobre la que no puede tenderse un puente. El trabajo de Mendel sentó las bases de la genética moderna y sus descubrimientos destruyeron en efecto, la base de la teoría de la evolución de las especies *Michael Pitman, Adam and Evolution, 1984, pp. 63-64).





Luis Pasteur

Luis Pasteur (1822-1895) fue otro científico genuino. Mientras estudiaba la fermentación, realizó su famoso experimento de 1861, con el cual refutó la teoría de la generación espontánea o sea, que la vida no puede surgir de materiales sin vida.

Este experimento fue muy importante; pues hasta ese entonces, la mayoría de los científicos creían en la generación espontánea y que si por ejemplo, se dejaba una pila de ropa sucia en la esquina de un cuarto, se podían engendrar ratones.



 La comprobación era que al regresar más tarde a donde estaba la ropa, con frecuencia se encontraban ahí ratones. Después de su experimento, Pasteur aseguró que sólo Dios podía crear a los seres vivientes, pero aun así, y hasta el día de hoy, la teoría moderna de la evolución continúa basándose en esa teoría obsoleta de la generación espontánea, refutada por Pasteur (la cual dice que la vida surgió de la materia inerte). 

¿Por qué? Porque es la única base sobre la que la evolución pudo ocurrir. Como señala:

*Adams: “Al haber sido desacreditada la generación espontánea [por Pasteur], los biólogos ateos, se quedaban sin teoría alguna sobre los orígenes de la vida”. (*J. Edison Adams, Plants: An Introduction to Modern Biology, 1967, p. 585).






August F.L.Weismann
August Friedrich Leopold Weismann (1834-1914). Fue un biólogo alemán que refutó la noción de *Lamarck sobre “la herencia de las características adquiridas”. Se le recuerda principalmente como el científico que durante 19 generaciones consecutivas, le cortó la cola a 901 ratones blancos jóvenes, observando que cada nueva generación, seguía naciendo con cola. Así, él reportó que la última generación, nació con la cola tan larga como la de los primeros ratones.

Hubo más experimentos que Weismann llevó a cabo, y que refutaban el Lamarquismo. Fue así que sus descubrimientos, junto con hallazgos como que la circuncisión practicada a los varones judíos durante más de 4000 años, no ha afectado el prepucio, hundió a tal teoría (*Jean Rostand, Orion Book of Evolution, 1960, p. 64).

A pesar de todo, el Lamarquismo pervive en la actualidad como otra de las bases de la biología evolutiva, pues los evolucionistas siguen enseñando que a las jirafas que continuaban estirando el cuello para alcanzar ramas cada vez más altas, se les alargó cada vez más, el cuello, y que tal modificación se la heredaron a su descendencia.

En un libro posterior, *Darwin abandonó la selección natural por considerar que no era factible, y regresó al Lamaquismo como la causa del cambio (nunca observado) de una especie a otra (*Randall Hedtke, The Secret of the Sixth Edition, 1984).




Científicos creacionistas de los siglos XVIII y XIX


Louis Agassiz (1807–1873): Iniciador de la Geología Glacial y la Ictiología (estudio de los peces).


Charles Babbage (1792-1871): Inventó las tablas actuariales, la calculadora, y los fundamentos de la ciencia de la computación.


Francis Bacon (1561-1626): Estableció los principios del Método Científico, en la investigación.

Robert Boyle (1627-1691): La química, la dinámica de los gases.

Sir David Brewster (1781-1868): La mineralogía óptica, y el caleidoscopio.

Georges Cuvier (1769-1832): la anatomía comparativa, la paleontología de los vertebrados.

Sir Humphry Davy (1778-1829): La termocinética.


Jean Henri Fabre (1823-1915): La entomología (estudio de los insectos).

Michael Faraday (1791-1867): El generador eléctrico, los elementos electromagnéticos, teoría de los campos magnéticos.

Sir John A. Fleming (1849-1945): La electrónica, la válvula térmica.

Joseph Henry (1799-1878): El motor eléctrico, el galvanómetro.

Sir William Herschel (1738-1822): La astronomía galáctica, descubrió las estrellas dobles.

James Joule (1818-1889): La termodinámica reversible.

Lord William Kelvin (1824-1907): Balanza de la temperatura absoluta, la energética, la termodinámica, el cable trasatlántico.

Johannes Kepler (1571-1630): La mecánica celeste, las tablas ephemeris, la astronomía física.

Carolus Linnaeus (1707-1778): La clasificación de los seres vivos, la biología sistemática.

Joseph Lister (1827-1912): La antisepsia en la cirugía.

Matthew Maury (1806-1873): La hidrografía, la oceanografía.

James C. Maxwell (1831-1879): La dinámica de la electricidad, la termodinámica estadística

Gregor Mendel (1822-1884): La genética.

Samuel F. B. Morse (1791-1872): El telégrafo.

Isaac Newton (1624-1727): El cálculo, la dinámica, la ley de la gravedad, los telescopios de refracción.

Blaise Pascal (1623-1662): La hidrostática, el barómetro.

Louis Pasteur (1822-1895): La bacteriología, la ley de la biogénesis, la pasteurización, la vacunación e inmunización.

Sir William Ramsey (1852-1916): Los gases inertes, la química isotrópica.

John Ray (1627-1705): La historia natural, clasificación de plantas y animales.

John Raleigh (1842-1919): El análisis dimensional, el análisis modelo.

Bernhard Riemann (1826-1866): La geometría no euclidea.


Sir James Simpson (1811-1870): El cloroformo, la ginecología.

Sir George Stokes (1819-1903): La mecánica de los fluidos.

Rudolph Virchow (1821-1902): La Histopatología.







Científicos evolucionistas de los siglos XVIII y XIX



*Emmanuel Swedenborg (1688-1772). Él era un experto en nada. En su libro “Principia”, que escribió en 1734, el teorizó que una nebulosa que rotaba rápidamente, se transformó a sí misma en nuestro sistema solar, con todos sus astros y planetas. Aseguró que tal idea la obtuvo de unos espíritus, durante una sesión espiritista. Es significativo que la hipótesis de la nebulosa como el origen del sistema solar, se haya originado de tal fuente.

*Comte de Buffon (1707-1788). Este era un filósofo disoluto que, al no poder mejorar las obras de Linneo, gastó su tiempo en criticarlo. El teorizó que las especies se originaban unas de las otras y que de un pedazo que se desprendió del sol se formó lo que ahora es nuestro planeta. Como con los otros filósofos, nunca presentó evidencia alguna que apoyara sus teorías.

*Jean Baptist Lamarck (1744-1829). Este se hizo famoso teorizando, aunque no hizo ninguna otra cosa significativa. Él puso el fundamento para la teoría moderna de la evolución con su concepto de “la herencia de características adquiridas,” la que después fue llamada Lamarckismo. 
En 1809, publicó un libro, Philosophie Zoologique, en el que declaraba que la jirafa obtuvo su cuello largo por estirarlo para alcanzar ramas cada vez más altas, y que las aves que vivían en el agua, desarrollaron sus patas palmeadas. Según eso, si usted estirara con fuerza sus pies, gradualmente lograría que le crecieran en longitud; y, que con sólo proponérselo mentalmente, usted podría lograr que le creciera pelo en su cabeza calva, y que sus hijos nunca fueran calvos. ¿Puede a eso llamársele ciencia?

Otra contribución errónea de Lamarck a la evolución, fue la teoría del uniformitarianismo ( o uniformismo). Esta es la conjetura de que todas las edades anteriores en la tierra, fueron exactamente como es la actual: calmadas, pacíficas y sin que jamás hayan sufrido un diluvio mundial o alguna otra catástrofe mayúscula o global.

*Robert Chambers (1802-1883) Fue un espiritista que decía comunicarse regularmente con espíritus y que como resultado de estos contactos, pudo escribir el primer libro sobre evolución llamado Vestiges of Creation (1844), impreso quince años antes de que *Charles Darwin, escribiera su “Origen de las Especies,” y muy popular en la Gran Bretaña de su tiempo.

*Charles Lyell (1797-1875). Igual que *Charles Darwin, Lyell heredó una gran fortuna y podía gastar su tiempo teorizando. Lyell publicó entre 1830 y 1833, “Principles of Geology” (Principios de Geoloía), libro que llegó a ser la base para la teoría moderna de los estratos sedimentarios, que se sigue enseñando como verdadera, a pesar de que descubrimientos hechos en el siglo veinte sobre el radiofechado, y el fechado a base de carbono radiactivo (C14), así como el hallazgo de estratos ausentes, y de estratos en posición incorrecta (estratos supuestamente mas antiguos por encima de estratos supuestamente más recientes), han anulado la validez de esta teoría.

Con el fin de apoyar su teoría, a Lyell se le hacía fácil hacer declaraciones inexactas sobre los hechos. Por ejemplo, cuando supo que las cataratas del Niágara, a partir de Queenston, Ontario, habían erosionado un área de siete millas [11 Km.] y que tal erosión continuaba ahora, a razón de unos tres pies [1m] por año, Lyell, para beneficio de su teoría, cambió el grado de erosión a 1 pié (.33 m) por año, lo que significaría que las cataratas tenían fluyendo unos 35,000 años; dato inexacto, pues al grado de erosión actual, de 3 pies (1 m) por año, sólo se hubieran necesitado unos 7,000 a 9,000 años para alcanzar su localización acual. Además, se debe tomar en cuenta que justo después del diluvio, el enorme, aunque temporal aumento en su flujo, debió haber incrementado en ese tiempo, la erosión producida por las cataratas. Lyell era gran amigo de Darwin, y lo animó mucho a que escribiera su libro El Origen De Las Especies.

*Alfred Russell Wallace (1823-1913). Se considera que fue el hombre que desarrolló la teoría que Darwin después publicó. *Wallace también estaba profundamente involucrado en el espiritismo cuando formuló la teoría que redactó en uno de sus escritos, y que *Darwin, con la ayuda de dos de sus amigos (*Charles Lyell y *Joseph Hooker), se pirateó y publicó primero, bajo su propio nombre. Fue así que *Darwin, gracias a que era un hombre rico, obtuvo los derechos de autor sobre la teoría que le pertenecía a Wallace, un empobrecido teórico.
En 1980, *Arnold C. Brackman, en su libro, A Delicate Arrangement (“Un Delicado Arreglo”), denunció que Darwin había plagiado el material de Wallace, y que por influencias, fue que se arregló que el trabajo plagiado por Darwin fuera leído primero en la Sociedad Real de Londres, ya que la presentación de Wallace fue deliberadamente pospuesta, para que Darwin se le diera prioridad sobre tales ideas (la teoría de la evolución). A partir de entonces, Darwin pudo dedicarse tranquilamente, a trabajar en su libro. Se sabe que en 1875, Wallace se declaró abiertamente a favor del espiritismo y del Marxismo (otro hijastro del Darwinismo).

Esta era la teoría de Wallace: “Que las especies han cambiado en el pasado, de tal forma que una especie descendió de otra en una manera que no podemos comprobar actualmente,” y exactamente eso es lo que hoy la evolución enseña, a pesar de que no tiene más evidencias para apoyar su teoría, que las que en 1858 tenía Wallace, cuando primero la inventó, según él, durante una crisis de fiebre. 
También se dice que fue en febrero de 1858, mientras también deliraba con fiebre en la isla de Ternate en las Molaccas, cuando Wallace concibió otra teoría: la de “la sobre vivencia del más apto,” y que este era el mecanismo por el que se inducía el cambio en las especies, aunque tal concepto no prueba nada, pues ¿Quién es el más apto? Es el que sobrevive más; y ¿Quién es el que sobrevive más? El más apto, lo cual es un razonamiento circular y por lo tanto inválido, pues ni prueba el proceso evolutivo ni dice cómo se llevó a cabo.

En la primera edición de su libro El Origen De Las Especies, Darwin expuso como conceptos diferentes la “selección natural” y la “sobre vivencia del más apto;” pero ya para la sexta edición, él propuso que las dos, significaban una misma cosa, y que “la sobre vivencia del mas apto” era un concepto más exacto. En otro libro posterior (Descent of Man, 1871), Darwin finalmente abandonó “la selección natural” como un mecanismo infructuoso, y decidió regresar al Lamarckismo. Hasta el mismo Darwin reconoció que la teoría se estaba cayendo en pedazos, pues la evidencia necesaria para apoyarla, sencillamente no existía.

*Charles Darwin (1809-1882). Nació en la riqueza y pudo darse una vida fácil. Estudio dos años de medicina en la Universidad de Edimburgo, y luego desertó. Ese fue el único entrenamiento científico que jamás recibió, pues dado que pasaba su tiempo en los bares con sus amigos, difícilmente lograba aprobar sus cursos. Darwin no tenía ningún propósito en particular en su vida, aunque su padre, sin objeción por parte de Darwin, tenía planes de conseguirle un trabajo bien pagado, como ministro Anglicano. Fue cuando un pariente con influencias, le consiguió la posición de “naturalista” sin pago, en un barco, el Beagle, que planeaba viajar alrededor del mundo. Darwin abandonó sus planes previos y se embarcó. El viaje duró desde diciembre de 1831 hasta octubre de 1836. 


Es interesante que después de entrar en el espiritismo, ciertos hombres en la historia, hayan sido embargados con un profundo odio a Dios y han sido guiados a inventar enseñanzas impías, que han dañado las mentes de gran número de personas, mientras que otros, se han involucrado en guerras que han aniquilado a millones.

Como ejemplos de espiritistas de renombre, están *Sigmund Freud y *Adolfo Hitler. Aunque no es muy conocido, se sabe que también *Charles Darwin, mientras navegaba en el Beagle, fue invitado a practicar la brujería con los nativos en América del Sur, tomando parte en sus ceremonias, aun mientras montaba a caballo. Se cuenta que después de tales experiencias algo le sucedió, pues desde su regreso a Inglaterra, su salud siempre estuvo extrañamente debilitada, mientras pasaba el resto de sus días, intentando destruir la fe en el Creador, por medio de sus teorías


Cuando el Beagle pasó por América del Sur, Darwin pasó unos días en las Islas Galápagos y mientras estaba ahí, vio unos pinzones que habiendo migrado desde la América del Sur, se habían adaptado al nuevo medio ambiente, diferenciándose en varias sub especies. Él estaba seguro que esto demostraba la evolución de las especies (el cambio a especies nuevas); pero la realidad era que con todo y sus cambios, esos pájaros seguían siendo pinzones. 
Esta teoría sobre la supuesta evolución de los pinzones fue la principal “evidencia” sobre la evolución, que Darwin trajo consigo a Inglaterra. Darwin, que nunca fue científico y que nada sabía acerca de las particularidades de la genética, se casó con su prima, y todos sus siete hijos nacieran con trastornos físicos o mentales: Una hija murió al nacer, otra cuando tenia diez años; su hija mayor tuvo un desequilibrio nervioso prolongado a la edad de quince años; otros tres, eran discapacitados, y su último hijo nació con retraso mental y murió diecinueve meses más tarde.


Su libro, El Origen De Las Especies, fue publicado por primera vez en noviembre de 1859. El título completo, “On the Origen of the Species by Means of Natural Selection or the Preservation of Favored Races in the Struggle for Life,” revela lo malévolo del concepto base. Este concepto fundamental, el de la “preservación de las razas favorecidas en la lucha por la supervivencia,” fue el argumento que directamente motivó o justificó, dos de las peores guerras en la historia de la humanidad (La I y II Guerras mundiales). En su libro, Darwin presentaba sus teorías, como si fueran hechos, aunque no daba evidencia alguna que apoyara lo que afirmaba. Hoy muchos evolucionistas modernos se avergüenzan de su libro y sus ridículos argumentos.


Como el libro de Darwin tenía lo que algunos hombres querían: una declaración clara y abierta, en favor de que las especies evolucionaban, con todo y sus imperfecciones, ellos le pudieron sacar provecho. En su libro, Darwin menciona autoridades que no identifica, y repetidamente decía que lo expuesto ahí era “sólo un abstracto,” o lo que más tarde publicaría en “una edición más completa” sobre esos temas. Pero, aunque escribió otros libros, por mucho que lo intentó, nunca pudo cumplir ni dar prueba alguna para sus teorías, pues hasta el día de hoy, no hay quien la haya hecho. 
En las ocasiones en que llegó a referirse a alguna autoridad por nombre, fue sólo con relación a opiniones contenidas en sus cartas. En sus libros, son frecuentes las frases indicando la naturaleza hipotética de sus ideas, como “Pudo haber sido,” “tal vez,” “probablemente,” “se puede concebir.” Su frase favorita era: “Tomemos un ejemplo imaginario.”


*Darwin sugería una posibilidad, y luego se refería a ella como un hecho. Escribía: “Como ya lo hemos demostrado previamente.” En otras partes, primero sugería una posible serie de eventos y luego concluía asumiendo que eso probaba su punto. Así, se apoyaba fuertemente en cuentos en vez de hechos; daba ejemplos confusos, usaba argumentos engañosos y errados, y gastaba mucho tiempo sugiriendo posibles explicaciones de por qué los hechos que necesitaba como pruebas, no existían.


He aquí un ejemplo de su razonamiento: para explicar la ausencia de “eslabones perdidos” en los fósiles, Darwin sugirió que “las especies habrían cambiado rápidamente y en partes del mundo donde aún no se habían explorado los estratos; y que las especies cambiadas, después de haber emigrado, eran encontradas ya como nuevas especies en el Mundo Occidental.”


¡Así es que las especies estaban cambiando en el otro lado del mundo, y por eso era que las especies “en proceso de cambio,” no se encontraban en nuestro lado del mundo! Con ideas como éstas, ¿quién necesita la ciencia? Recuerde que *Charles Darwin tuvo una mínima instrucción científica.


He aquí la explicación de Darwin sobre cómo una especie se cambió en otra: Es una variante de la teoría de *Lamarck sobre la herencia de las características adquiridas (*Nicholas Hutton III, Evidence of Evolution, 1962, pag. 138), y él la llamó Pangénesis. *Darwin dijo que cuando un órgano era afectado por el medio ambiente, respondía emitiendo unos brotes pequeños que él llamaba gémulas, capaces de determinar la aparición de nuevas características heredables. Así, tras afectar el medio ambiente un órgano, éste producía gémulas que se desprendían y viajaban hasta los órganos reproductores, modificando sus células (*W. Stansfield, Science of Evolution, 1977, p38). Como ya se mencionó, los científicos actuales se avergüenzan de tales ideas de Darwin.


También, en su libro, *Darwin dice que el hombre desciende de un mono, y que las razas más fuertes, destruirían, en un siglo o dos, a las razas mas débiles. (Los evolucionistas modernos dicen que el hombre y el mono descienden de un ancestro común).


Después de tomar parte en las ceremonias de brujería, no solamente su mente fue afectada, sino que también su cuerpo: *Darwin desarrolló una enfermedad crónica e incapacitante, y cayó en una depresión que nunca pudo sacudirse. (Random House Encyclopedia, 1977, pag. 768). Frecuentemente comentaba en cartas privadas que reconocía que no había evidencia alguna para su teoría, y que ésta podría destruir la moralidad de la raza humana: “Para cuando el lector haya llegado a esta parte de mi obra, decía, ya debe haber experimentado una inmensidad de dificultades. Pienso que algunas de ellas serán tan graves que hasta hoy, al reflexionar en ellas, tiemblo.” (* Charles Darwin. Origen De Las Especies, 1860, p.178; citado de Harvard Classics, 1909 ed., Vol. 11). “A menudo, un escalofrío corre por mi cuerpo y me pregunto si no me habré entregado a una fantasía” (*Charles Darwin, Life and Letters, 1887, Vol. 2, p. 229). 




*Thomas Huxley (1825-1895)
era el hombre a quien Darwin llamaba “mi bulldog.” Era tan frágil la salud de *Darwin que se mantenía recluido en la mansión que había heredado y rara vez aparecía en público; Así Huxley, después de haber sido persuadido personalmente por Darwin (en una visita que le hizo en su casa), se convirtió en el principal defensor y promotor de Darwin en Inglaterra, donde abanderó, en la última parte del siglo 19, la causa evolucionista con todo lo que tenía, mientras que al mismo tiempo, *Haeckel laboraba febrilmente por la causa, en el resto del continente Europeo.

El *Club X” de Londres, era una sociedad secreta que se dedicaba a difundir el pensamiento evolucionista y a acallar la oposición científica. Era poderosa, pues todos los escritos científicos recibidos para su presentación por la Sociedad Real, tenían que ser primeramente aprobados por este pequeño grupo de nueve miembros. Presidido por *Huxley, sus miembros hacían contactos e influían poderosamente sobre las asociaciones científicas Británicas (*Michael Pitman, Adam and Evolution, 1984, pag. 64).


“Pero ¿qué es lo que hacen? Preguntó un curioso reportero. “Dirigen la ciencia Británica,” replicó un profesor, “y en general, no lo hacen tan mal.” (*R. Milner, Encyclopedia of Evolution, 1990, pag. 467). En el siglo veinte, las agencias gubernamentales de los Estados Unidos, trabajando muy de cerca con la *National Science Federation (La Federación Nacional de Ciencias), y otras organizaciones afines, han canalizado fondos para la investigación en algunas universidades interesadas en encontrar evidencias a favor de la evolución. Así, hasta el presente, los teóricos siguen tratando de controlar a los verdaderos científicos.


El Debate de Oxford se llevó a cabo en junio de 1860 en la Universidad de Oxford, siete meses después de la publicación del libro de *Darwin, “El Origen de las Especies.” Esta reunión especial de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, fue un suceso crucial en Inglaterra, de la misma manera en que el juicio de J. Scops de 1925, fue un suceso crucial en América del Norte. Los hechos científicos, tuvieron poco que ver en ambos eventos, y los dos fueron más bien, batallas entre personalidades.


Los evolucionistas ganaron en los dos casos, a base de ridiculizar al contrario, pues no teniendo ninguno, nunca se atrevieron a presentar hechos científicos para probar su caso.


Samuel Wilberforce
Samuel Wilberforce. Fue el obispo Anglicano de la Universidad de Oxford, programado para participar esa tarde en defensa del creacionismo. *Huxley, quien había hablado a favor de la evolución en muchas ciudades Inglesas, no tenía planes de ir esa reunión esa noche; pero *Chambers, su consejero espiritista, fue urgido a encontrarlo y decirle que tenía que asistir.

Ante una nutrida audiencia de 700 personas, Wilberforce presentó durante media hora, un vigoroso ataque en contra de la evolución.

Su presentación fue sobresaliente y la audiencia aparentemente estaba con él; pero cuando Wilberforce dándose la vuelta, le hizo una pregunta sarcástica a Huxley, en el sentido de que si consideraba que descendía del mono por parte de su abuela o por parte de su abuelo, Huxley que era muy astuto, habiendo escuchado la pregunta del obispo, se apoyó sobre la rodilla de la persona sentada a su lado, y dijo:


“¡Lo tengo en mis manos!” Entonces se levantó y manipuló a la audiencia hasta el clímax, y luego declaró que no le avergonzaba tanto el tener como ancestro a un mono, como le avergonzaba que un hombre tan brillante, se atreviera a lanzar preguntas científicas sobre asuntos de los que no sabía absolutamente nada. (John W. Klotzm “Science and Religion,” en Studies in Creation, 1985, pag. 45-46).

Al decir esto, toda la audiencia se puso frenética, y unos gritaban una cosa y otros, otra. Así, tomado como pretexto este débil argumento, los evolucionistas en Inglaterra llegaron a ser un poder ante el que los científicos temían oponerse.

El Meteorito Orgueil (1861). Este fue uno de los muchos engaños que se perpetraron con el fin de promover la causa de la evolución. Con el fin de apoyar la teoría de que la vida provenía del espacio exterior, alguien insertó varios microbios inertes dentro de una cubierta que aparentaba ser la de un meteorito; pero el engaño posteriormente fue puesto en evidencia. (*Scientific American, enero 1965, pag. 52). Es impresionante el número de fraudes que a partir de entonces se han perpetrado, en un desesperado afán por proveer la evidencia científica que no existe. A mediados de la década de los noventa, la prensa difundió ampliamente que se había encontrado un meteorito “de Marte” con “organismos muertos” en su interior, ignorando las conclusiones de científicos competentes que aseguraban que tal “descubrimiento” era altamente especulativo.


Francis Galton

*Sir Francis Galton (1822-1911). Galton era un primo de *Charles Darwin que profundizó en una de las conclusiones lógicas de la teoría. El declaró que la “ciencia” de “la eugenesia” era la clave para resolver los problemas de la humanidad. Decía: “Pon “a dormir” a los débiles, los enfermos, y los ancianos.” *Adolfo Hitler, un ardiente evolucionista, usó masivamente este argumento y método durante la segunda Guerra Mundial (*Otto Scott, “Playing God,” en Chalcedon Report, No. 247, febrero de 1986, pag. 1).

*La ruptura entre Wallace y *Darwin. Habiendo sido un amigo cercano de Darwin, cuando Russell Wallace reconoció que el cerebro humano era demasiado complejo como para que fuera el producto de procesos evolutivos, decidió separarse del pensamiento Darviniano, que él mismo le había compartido a Darwin. (Loren C. Eiseley, “Was Darwin Wrong about the Human Brain?” Harpers Magazine, 211-66-70, 1955).

Herbert Spencer
Herbert Spencer (1820-1903). Junto con otros (*Friedrick Nietzche, *Sigmund Freud, *John Dewey, etc.), introdujo en la moralidad y otros campos de la sociedad (sociología, psicología, educación, la guerra, la economía, etc.), las formas de pensar evolucionistas que ocasionaron tantos efectos devastadores durante todo el siglo 20. 
Se dice que Spencer, un espiritista, fue el que inicialmente introdujo el término “evolución.” (*R. Milner, Encyclopedia of Evolution, 1990, pag. 159; CF. 424). También fue él, quien en Europa, introdujo, revestida de conceptos evolucionistas, la cátedra de sociología, que después llegó hasta Norteamérica. 
Él fue quien urgía que los ineptos fueran eliminados, con el fin de que la sociedad pudiera evolucionar adecuadamente (*Harry E. Barnes, Historical Sociology, 1948, pag. 13). Años más tarde, aun los líderes evolucionistas de su tiempo, como Huxley y Darwin, se cansaron de ver lo poco que Spencer sabía de la vida real, y de que no lograba otra cosa que teorizar.



Archaeopteryx
El Archaeopteryx (1861-1877). Varios fósiles encontrados en una cantera de Alemania, y vendidos por su propietario a un alto precio en los museos europeos, fueron llamados el Arqueopterix.

Uno de ellos aparentaba ser el esqueleto completo, con alas y plumas, de un pequeño dinosaurio. Como lo expondremos más adelante, en 1985 se demostró que el Archaeopteryx era un fraude.



Ernst Haeckel
*Ernst Haeckel (1834-1919). Fue maestro en la Universidad de Jena, en Alemania, y el más celoso defensor del Darwinismo en la Europa del siglo 19.

En 1868 publicó varios dibujos con los que pretendía demostrar que en la fase de embrión, los humanos eran casi idénticos a otros animales; pero en pocos años, cuando los embriólogos demostraron que tales ilustraciones eran falsas, estas fueron repudiados por los científicos respetables.

Nótese que aún así, los conceptos y enseñanzas de *Darwin y *Haeckel fueron una poderosa influencia durante el surgimiento del comunismo mundial (*Daniel Gasman, Scientific Origen of National Socialism: Social Darwinism in Ernst Haeckel and the German Monist League, 1971, pag. XVI. 


La Serie del Caballo de *Marsh (1870). *Othniel C. Marsh aseguró que había encontrado en Wyoming y Nebraska, fósiles de 30 diferentes tipos de caballos. Él los reconstruyó y acomodó en una supuesta secuencia evolutiva, empezado desde el más pequeño y hasta el más grande (secuencia que nunca siguió una línea recta). (*Encyclopedia Britanica, 1976, ed. Vol. 7, pag.13); pero aunque se exhibió en muchos museos por algún tiempo, años después, la gran mayoría de los científicos repudiaron la tal “serie del caballo,” como inválida. (*Charles Deperet, Tranformations of the Animal World, pag. 105; *G. A. Kerkut, Implications of Evolution, 1960, pag. 149).

*Friedrich Nietzche (1844-1900). *Nietzche fue un ejemplo sobresaliente de la persona que adopta plenamente los principios Darwinistas. Él Escribió en sus libros que con el fin de evolucionar y producir una “raza superior,” se necesitaban organizar guerras, y eliminar las razas mas débiles (*T. Walter Wallbank y Alastair M. Taylor, Civilization Pasta and Present, Vol. 2, 1949 ed. pag. 274), cosa que el mismo Darwin enseñó en “El Origen De Las Especies.” Los escritos de ambos fueron leídos por los militantes Alemanes que organizaron la Primera Guerra Mundial, y también por *Hitler, quien valoraba tanto los escritos de Darwin y Nietzche, que puso en práctica sus enseñanzas, eliminando 6 millones de Judíos.

Es interesante mencionar que *Clarence Darrow, quien un año antes, en el “Juicio del Mono” de Dayton, Tenn., había defendido el derecho que tenía *John Scopes para enseñar el Darwinismo, declaró en corte, que el pensamiento asesino, manifestado en dos jóvenes estudiantes, era el resultado de haber aprendido en las escuelas públicas, el maligno Darwinismo de *Nietzche. (*W. Brigan, ed., Classified Speeches).

*Asa Gray fue el primer líder evolucionista teísta en Norteamérica. En el tiempo en que Darwin estaba escribiendo aún sus libros, Gray, un Presbiteriano, trabajando muy de cerca con *Charles W. Eliot, el Presidente de Harvard, promovió la teoría de la evolución como una “Enseñanza Cristiana,” sosteniendo el concepto de las “eras largas” y que el libro de Génesis era una fábula.

El Challenger fue un barco Británico enviado para encontrar en el fondo del mar, evidencias de cambios evolutivos. Durante su viaje (desde 1872 a 1876), llevó a cabo un extenso dragado del fondo del mar, sin que pudiera encontrar fósiles de animales en proceso de evolución; por lo que mantuvieron en silencio sus hallazgos. Con esto, se hizo obvio para los evolucionistas, que ni en la tierra ni en el mar, encontrarían tales fósiles.
























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